¿Por qué eres tizón?
Éxodo 3: 1-6
Hay en este relato varios elementos:
Primero Moisés, el pastor (tu monitor/a), el rebaño de corderos (tú y tus amigos tizones); en fin, las zarzas que arden sin consumirse desde las cuales Dios se hizo oír.
El fuego, la llama, representa a Dios, a Jesús, la luz de la vida. Jesús mismo declara: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8: 12).
En los Salmos, Él ha dicho que la Palabra de Dios es “lámpara a mis pies y lumbrera en mi camino” (Salm. 119: 105) que nos ilumina y nos guía. Tú sabes que el papel del fuego es el de alumbrar, calentar, alegrar y llevar bienestar a otros.
Así como no hay vida vegetal o humana sin la luz del sol, tampoco hay vida espiritual sin la luz que emana de la Palabra de Dios.
Viniendo al club con los tizones, quieres formar parte del rebaño porque quieres oír la voz de Dios como Moisés en la zarza ardiente. Quieres escuchar sus consejos, sus instrucciones, porque quieres cargarte de luz, de calor y porque quieres pedirle al Señor que venga a habitar en tu corazón. Así podrás compartir con los demás la luz, el calor, el consuelo, el gozo, el amor y la vida. Eres tizón porque quieres obedecer a Dios, encender tu llama con el fuego de su amor, arder de ganas de servir y amar al prójimo y poner tu vida en las manos del “buen pastor”.
Para ello, tendrás que pedirle todos los días a Jesús en oración que te ayude a ser un verdadero tizón.
¿Cómo ser tizón?
Para ser un tizón, debes cumplir las siguientes condiciones:
1. Tener 6 años cumplidos y no haber alcanzado aún los 12 años.
2. Tener la autorización escrita de tus padres o tutores.
3. Hacer los arreglos necesarios para formar parte de nuestro movimiento (inscripción, cuotas, seguro, etc.).
4. Tener el uniforme del club y usarlo en todas las ocasiones especiales que se indiquen.
5. Aprender y comprender los ideales de los tizones (blanco, lema, promesa y ley).
6. Participar regularmente en las actividades de tu club.
Serás admitido como tizón después de un período de tiempo, propuesto por el director/a de tu club, cuando confirmes públicamente tu compromiso con la promesa; sólo entonces podrás llevar las insignias del Club de Exploradores.